No te das cuenta, pero las esperas. Al menos es mi caso. Estás tan metido en la rutina, en las teclas que has de ir tocando cada día que a veces cuesta dar el paso de pensar en qué vas a hacer en vacaciones. Antes esto era parte ya del momento. Ahora lo que pides es tiempo para hacer aquello que no haces durante el resto del año: NADA. O como mucho leer un poco y jugar con tus hijos, los que tenemos.
Este año toca Almería, por muchas razones, y sobre todo por recomendación de los amigos: es un paraíso, payas vírgenes, etc... Para mi, que sea tranquilo relajado, con pocas cosas que tenga que ver (obligadas) y con rutina vacacional: desayuno, piscina, comida, siesta, piscina, cena y a las diez en la cama estés. La panacea...
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